domingo, 26 de junio de 2016

TRASTORNO BIPOLAR EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
Cualquier persona puede padecerla, pero cuando se manifiesta a temprana edad, antes de la adolescencia, puede ser más grave porque los cambios de estado de ánimo son más frecuentes que cuando se diagnostica en la edad adulta.


Se llama trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar a un trastorno depresivo de personalidad de larga evolución, en el que los episodios depresivos se ven interferidos por la aparición de otros episodios caracterizados por un estado de ánimo elevado (euforia excesiva), expansivo (hiperactividad anómala) o irritable. Las fases de exaltación, alegría desenfrenada o irritabilidad y grosería, alternan con otros episodios en que la persona está con depresiones intensas, con bajo estado de ánimo, incapacidad para disfrutar, falta de energía, ideas negativas y, en casos graves, ideas de suicidio.


El periodo de exaltación se llama “episodio maníaco”, de una palabra griega, “manía”, que significa literalmente “locura”.
El nombre de afectivo se refiere a las enfermedades de los afectos, nombre genérico que se da a los trastornos depresivos, en general, y al trastorno bipolar. Indistintamente lo nombramos como trastorno bipolar, o como trastorno afectivo bipolar.

Por lo tanto, un trastorno bipolar es una enfermedad en la que se alternan tres tipos de situaciones:

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  •  Trastorno afectivo bipolar tipo I, con episodios depresivos y maníacos.
  •   Trastorno afectivo bipolar tipo II, con episodios depresivos e hipomaníacos.
  •      Episodios afectivos mixtos (con síntomas maníacos y depresivos al mismo tiempo)
  •        Pacientes cicladores rápidos, con al menos cuatro recurrencias al año. El trastorno ciclotimia es una alteración crónica y con fluctuaciones, con periodos que comportan síntomas hipomaníacos y periodos que comportan síntomas depresivos.



Las características más importantes del trastorno afectivo bipolar

  • Es un trastorno orgánico (no psicológico) que depende de alteraciones biológicas del cerebro.
  • Es un trastorno crónico. La persona que haya tenido un episodio de manía o de hipomanía, aunque haya sido solamente uno, debe tener precauciones toda su vida para que no se repitan estos episodios.
  • Requiere tratamiento biológico con medicamentos que regulan el funcionamiento de los neurotransmisores cerebrales. El tratamiento debe ser crónico, a temporadas muy largas, o de por vida en aquellos casos con tendencia a las recaídas constantes.